jueves, 2 de julio de 2009

Y un día dejaron de verse...



Se sentó pegadita a la ventana que daba sobre Callao, prendió un cigarrillo pidió un café y se sumergió en los recuerdos. En la vereda de enfrente vio el Normal. Volvieron los guardapolvos blancos, aglomeración de adolescentes y el humo de los primeros puchos.
Su mente había retrocedido veinticinco años. Se vio sentada con la profesora de física repasando vaya a saber que fórmula que no entendía... los encuentros con los pocos varones de la escuela, las charlas de las horas en las que una supuesta bomba estallaría en el Normal...Y hasta el día que conoció a Fernanda, "su" amiga.
Hoy la esperaba, después de más de veinte años de ausencias. ¿Cómo sería ese encuentro? ¿la vería nuevamente entallada en el "maiot" negro con la pollera larga y "las chinitas" el cabello suelto enrulado y largo? y ella ¿se sentiría con el pelo corto de nuevo, con las pecas y el sweter rojo? ¿Recordarían a Guillermo y a Eduardo, con risas??
Su mente se abrió y sintió un aire que reconoció al instante y pensó que después de años de intensa amistad, con viajes, mates, salidas de amigas, recitales, las visitas al Sindicato de Seguro (las noches de Dolina, Castelo, Stronatti) y a lo de Alejandro (el dentista) un día dejaron de verse.
Los errores y ruidos en la comunicaciòn fueron cada día más intensos. Ninguna intentó mucho. las excusas?? Tareas de la Facultad, trabajos después de hora, clases de inglés... y así se sumaron muchas mas.
Se fueron dejando... se fueron olvidando... la vida les jugaba el juego del alejarse por la vida misma.
No sé qué pasó por la cabeza de ellas, de una en especial. Solo sé que una (María) se angustiaba al pensar en su amiga. El no poder entender el alejamiento... siempre pensaba en que la libertad de elección era lo ideal y que algún día volverían a encontrarse.
Después de 22 años: Una, la angustiada... decidió probar suerte. Buscó en la red, las guias telefónicas y los lugares frecuentados.Nada... hasta que un día, por arte de magia se hizo de un teléfono y llamó:
-Cómo conseguiste mi teléfono ???:- fue la frase que la derrumbó.
Explicó la situación y al final de la charla supo que la distancia, física y temporal habían dejado huella. Hasta que el enunciado final le dio esperanzas.
Fernanda enumeraba los días en que se encontraba en la casa, los horarios de clases y hasta el mail.
María sintió que la sonrisa fue surgiendo, casi imperceptible hasta que la vio en el reflejo de un vidrio... estaba feliz.
Días pensando cuándo la encontraría, cómo sería... y hoy se encontraba ahí, en la misma esquina. Callao y Corrientes: La Opera, bar de su adolescencia, de mediodías después del cole, de viernes y sábados de salidas. El bar de los encuentros de las chicas y chicos del Normal con las profes transgresoras que ayudaban con clases particulares a cambio de un café.
Sintió que algo tocó su hombro. Volvió de repente. Miró y sonrió. Fernanda la había reconocido y la llamaba con su viejo apodo. Se abrazaron, rieron y lloraron, como lo habían hecho veinte años atrás. Se pusieron al tanto de la vida, de las pérdidas y las ganancias, de los amores y desamores, pero lo que ninguna llegó a comprender realmente tras horas de charla y de revivir lo vivido fue porqué un día dejaron de verse.

4 comentarios:

Cecilia- dijo...

Y esto cuando ocurrió?, ahora me decís "nunca" y te compro un volante.
Si es real es precioso, los reencuentros son geniales, después de tantos años notar que hay marcas imborrables en el alma, que no tienen edad ni fecha de caducidad. La razón de las distancias?...importan?

Rorró dijo...

Ceci me mata cuando dice de comprarse un volante! jajajja
Es una pavota!

Soy muuuuuy pelotuda, me puse a llorar! :(
Me encantó el texto!
Y ahora dale, contá, pasó realmente?
Muy, muy lindo!



Yo no quiero que me pase con las chicas. Esperamos que no! Hacemos lo posible porque no pase... tanto es así que nos vemos casi todos los días, jaja.


Besos en el alma, como vos decís Ani!

Anisha dijo...

A las dos... es sólo un relato... si ocurrió o no, qué parte ocurrió y qué parte no... queda para el autor!!!jesen jorobar y lean, disfruten cheee.
DamiCela... a vos te cuento siempre la verdad... en el 5° a Baires te lo cuento, jaja.
Rorró.. a vos cuando me hagan efectos las cervezas. besos en el alma a las dos...

Unknown dijo...

Isidoro Blaisten, en su
ensayo «El lector avieso» dice: «Sucede que leer es aceptar una convención: el lector
asume el candor necesario para creer en esas ficciones, esas magias, esas mentiras que
alguien urdió con palabras. Afrontará los peligros que eso entraña porque el fin último es
la felicidad. «
Sin esto, nada de lo que leamos tendrá sentido...
Gaby B.