martes, 27 de enero de 2009
No me mires...
Le pasaba por al lado cada vez que entraba o salìa del baño o de la casa. Jamás lo miraba a menos que fuera una razón mayor. Lo evitaba, lo ignoraba.Pero en la casa había varios
Un día, se vio obligado a pararse frente a él... algo le molestaba y quería verlo.
Se paró y vio el reflejo de sí mismo. Pensó y dijo a los gritos: "por qué me mostras lo que no quiero ser!!???" y así comenzó su monólogo.
"Qué diablos!!! hace siete lustros me mostras lo que no quiero ser...desde que descubrí que nunca llegué a lo que quise, que ya no me dan las fuerzas para hacerlo, que pienso en ella y cómo huyó de mi, en los que no fueron... en los que desee"
El había tenido varios proyectos, ninguno le había resultado. Los amores que esperaba no llegaron, los vio correr a su lado, siempre en el momento y el lugar errado. Intentó con lo que le quedaba. Nunca resultó.
-No me mires!!.- ese rostro con gesto burlón lo cuestionaba.Era como que le saludaba atento al tiempo que le preguntaba qué hiciste? qué haces??
-NO ME MIRES -gritó- me perseguis hace 35 años con esa cara de sobrador. Me increpás por cada cosa que perdí o dejé ir... sólo yo sé porque hice o dejé de hacer.
A pesar del miedo que le causaba lo desafiaba.
No soportaba verse reflejado en espejos que le devolvía la imagen del hombre que nunca quiso ser. De lo que sintió perder cada uno de sus días.
Por eso los evitaba, no quería mirarse.. ver el reflejo del hombre fracasado que resultó.
Pero qué parámetros usaba para sentirse tan mal frente al espejo... eran los espejos. Él creía que los espejos debían reflejar,el éxito, la alegría o la felicidad como quería llamarla. Pero de quién??
Dejó de lado cada uno de los detalles de felicidad y amor que tenía el día a día. Nunca supo disfrutar sus momentos. Siempre pensó en otras cosas que lo harían feliz. En otra gente que sería feliz. Miraba afuera. Miraba por y para los otros.
Jamás se permitió ser, ser lo que era, como era. No dejaba que fluyera. Todo condicionado a aquello que veía afuera. Tal vez por eso siempre fue fóbico a los espejos.
Espejos que sólo reflejan la distancia que existe entre una persona y la imagen de un cuerpo lleno de dolores, del desgaste de los años, de los sueños perdidos y de los días pasados.
El reflejo de alguien que desea, aspira a más para mañana, pero no para hoy... para dentro de un ratito.
Prefería quedarse con lo que no fue. Era más fácil quejarse de lo que no había sido que pensar en qué podría hacer para cambiar las cosas. y de seguro... no gastaría esfuerzo. moriría sin poder proyectar en los espejos la verdadera imagen de un hombre necesitado de todo lo que implicara afecto.
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