Esa señorita lo invadía... cada segundo en su día. Los llamados, los mensajes, chateando.
Se sentía como acorralado... era raro. A él no le gustaba reconocer que, a pesar de los años, en el estómago volvía a sentir "las mariposas", que sus días se habían vuelto mas alegres y que esperaba con ansias "las molestias" que ella le causaba.Se negaba rotundamente a sentir eso. Ella lo movilizaba.
Él no podía creer lo que le estaba pasando, no quería darle "otra imagen".. por lo tanto cada vez que hablaban .. él reconocía sus mil defectos.. y los ampliaba.
Ella, necesitada de afecto, de contención. Fue forjando una imagen de un hombre que sólo el amor podía descubrir. Tal vez no alejado de lo que él era en realidad.
El... era miedo puro, dolor y angustia, causada por quienes pasaron y dejaron sólo sufrimiento
Cuando se descubría enamorado, veía en todos la pasión; pero cuando se lo hacían notar... sólo esquivaba y volvía a su rutinario trabajo; a los cigarrillos negros, al cafe y a embeberse en su depresión.
Insistía en que sus amigos debían enamorarse, se sentía feliz por ellos.. pero en realidad sólo era el reflejo de su propia luz de "embelezado por esa simpatía".
Él sólo creía que el amor, a esta altura de la vida, debería llegar como en la adolescencia. Un detalle se olvidaba. Ya no tenía 18 ni ella 15. Las situaciones eran diferentes. cada uno había hecho y tenía sobre sí, una vida hecha y compleja que deberían conjugar para hacerla una sola.
Sólo restaba dejarse fluir.Aunque mucho no faltaba. Nunca habló de nadie como de ella. Nunca estuvo tan contento como esta vez.
Tal vez con el correr de los días, él, se dejará llevar por sus sentimientos y permitirá surgir a ese adolescente que tanto tiempo durmió. Ella sabrá quién es él en realidad y los dos escribirán sus páginas, en el aire o en la historia.
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