viernes, 27 de marzo de 2009

Trazos...


Aprendió a dibujarse día a día. Desde los garabatos hasta creer que llegaría a perfeccionarse.
Los primeros años sólo apoyaba el lápiz para saber qué se sentía. Pedacito a pedacito se reconocía y modificaba el trazo. Desde el más débil y vergonzoso hasta el fuerte y profundo, ese que contenía la bronca.
Supo de usar borradores, distintos tipos de minas, probó con aerosoles, acrílicos, óleos y acuarelas... nada la conformaba.
Cambiaba paletas y pinceles, telas, cartones, paredes, papel romaní. Distintas superficies, distintas técnicas. Hasta que por fin, dio con la mas conveniente.
Dejó el dibujo. Dejó ser y dejarse ver como era: Sencilla. Cómo la veían y la sentían los otros... eran sólo interpretaciones de los imaginarios.
Se sintió Feliz el día que alguien la puso en "el lugar" de su vida. Estaba como con el mejor marco, en el espacio que correspondía, el privilegiado de un museo. Como si fuera la protagonista de una muestra. La del mejor artista.
Se había dado cuenta que con las pruebas de inventarse, y dibujarse a cada paso de su vida, no le habían servido de mucho. Porque nunca había llegado a ser ella misma. Siempre era la imagen de lo que otros querían ver. Era demasiada responsabilidad ser así. Ser... como "los otros" gustaban verla y mucho más hacerse cargo de qué era ella.Esa dicotomía entre el ser y lo que otros querían que fuese. Claro, eso estaba relacionado con los que creyeron ser los artífices de ella...como obra perfecta, lo que nunca supieron "los autores" es que sólo habían hecho un boceto, pero de lo que no debía ser.De lo que ella no quería ser.
Dura fue la tarea de reconocerse... pero supo, sabe y hasta reconoce que descubrirse hoy, así, no es en vano.Ahora se siente la obra más preciada. Sólo busca encontrarse y verse como lo que es en los ojos de quien la observa.

2 comentarios:

Cecilia- dijo...

Que lindo eso de "verse como uno es, en los ojos de lo demás". Me encanta, sería como lograr ponerle la firma a la personalidad. Igualmente me quedé pensando...en que no sé si hay UNA persona que SEA SÍ MISMA. Supongo que todos jugamos un rato a ser lo que otros quieren, no?
abrazote

Anisha dijo...

DamiCela: jugar a ser por un rato lo que otros quieren... es el ideal. No es lo mismo serlo permanentemente. De todas manera uno es, por la negativa, "soy esto porque no soy lo otro". Pero ser es hacer, implica verbo y el verbo es acción. Si soy lo que el otro quiere que sea, no soy por nada de lo que no soy, sino por lo otros... me explique?? :)