Quiso escribir mas que nunca. Se sentó en paz frente al monitor, un café, un cigarillo y empezó a teclear.
sólo unas líneas sin sentido alguno. Ideas y personajes, rondaron por su mente. Nada satisfacía.
Palabras, frases, acciones... oraciones.. Sujetos y predicados. Nada era suficiente.
Su mente volaba a mil por hora.pero nada coordinaba. No había conectores, ¿qué quería decir??
Tampoco sabía, sólo tenía ganas de escribir.
Dejó de pensar la historia. Dibujó cómo sabía hacerlo... sólo rastros de un lápiz en la hoja, sin sentido alguno.
Puso música. Prendió el hogar- ya había comenzado el frío- algo se ahumó, como era la costumbre, sonrió y las imágenes invadieron su mente.
Sólo escuchaba el crepitar de la leña, que invadió el recuerdo de Serrat y las musas. Trasladó su mirad hacia las viejas fotos. Se sentó en el sofá. Revisó viejos cuadernos, relatos dulces y dolorosos. Trágicos y cómicos, tuvo mil imagenes de cosas vividas, pasaron mas de cuarenta años frente a sus ojos y después de largo rato, entre risas y lágrimas, sólo disfrutó de su soledad, del café y mas cigarrillos.
Miró el viejo reloj del escritorio y se abandonó a sus pensamientos. Pensó, mañana será mejor y se dejó abrazar por Morfeo.
martes, 14 de abril de 2009
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